Terapia Física

 

La actividad física mejora la irrigación del corazón, ya que promueve la creación de nuevos vasos colaterales, que son la salvación de un paciente cuando se obstruye una arteria coronaria y el flujo sanguíneo se interrumpe. Disminuye el número de latidos por minuto, lo que es definitivamente una estupenda protección para el corazón. 

Se dice que la vida es tanto más prolongada cuanto menor sea la frecuencia con que late el corazón por minuto. Los corazones de los deportistas entrenados son impresionantemente eficaces y reducen su ritmo enormemente. El ciclista español Miguel Indurain, ganador de cinco tours de Francia, tiene una frecuencia cardíaca de 40 por minuto. Sobre el aparato respiratorio está claro que lo mejora, lo hace más eficaz, aumenta la capacidad vital respiratoria. Aumenta la fuerza y la masa muscular.
También debe reseñarse que al iniciar la práctica de un plan de ejercicio o una actividad física se logra una relación de cada persona con su propio cuerpo, con su propia imagen y que la búsqueda de mejorar esa imagen repercute favorablemente en una mejoría de su “imagen” psicológica. La actividad física es la mejor terapia contra el aislamiento y la depresión. Pero a la actividad física hay que ir con alegría, hacerlo con gusto para que rinda frutos. Cuando se hace actividad física “por obligación”, se convierte en una carga emocional. Por eso tal vez la actividad física rutinaria que “toca” hacer, a las amas de casa por ejemplo, que se “mueven” arriba y abajo todo el día no rinde tan buenos efectos como cuando se hace una caminata matutina, en un sitio agradable, ojalá con flores, mariposas, rayos de sol primaveral, ropa y zapatos cómodos y mejor aún en buena compañía. Pruébelo usted mismo y se convencerá. La actividad física promueve beneficios aun cuando no se consiga pérdida de peso, pues su práctica mejora la aptitud cardiorrespiratoria, la composición corporal y disminuye la mortalidad. El ejercicio es una categoría de actividad física, “planeada, repetitiva, estructurada”, realizada con el objetivo de mejorar o mantener uno o más componentes de la “condición física” que comprende: capacidad cardiorrespiratoria, fuerza, flexibilidad, composición corporal adecuada. El fenómeno de la actividad fisica debe ser utilizado en la prevención de la obesidad. La actividad fisica retrasa o previene la ganancia de peso que normalmente se produce con la edad.

 

Evaluacion fisica

Es imprescindible un estudio y examen médico previos, ya que deben ser descartadas enfermedades cardíacas, del hígado, de los riñones o adaptaciones necesarias. Por ejemplo un paciente con pie plano, a quien le guste trotar, debe previamente disponer de plantillas y calzado adecuado y hacerlo en superficies blandas.

 

Ejercicios especificos

 

Intensidad: Se aconseja para un consumo calórico adecuado un sencillo esquema: No sobrepasar la cifra de 220 menos la edad para la frecuencia cardíaca máxima permitida.
Tipo de actividad física: Se recomiendan las de tipo dinámico que utilicen grandes grupos musculares de forma continua y repetida: caminar, trotar, nadar, etc.
Duración: No hay una opinión unánime entre los especialistas al respecto: En principio 30 minutos diarios, cinco días por semana. Se debe respetar un ritmo: Fase inicial de estiramiento y preparación, que sirve de “calentamiento” (5 a 10 minutos), actividad física propiamente dicha y tercero: Fase de enfriamiento, también de cinco a diez minutos.
El programa debe ser atractivo, practicable y aceptable. Siempre debe comenzar suave.

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