Trascender las guerras de las dietas

¿Qué dieta es la mejor? La baja en grasas; la alta en carbohidratos o una dieta elevada en grasas o la reducida en hidratos de carbono. O, por el contrario, ¿es el tipo de grasa lo que realmente importa en una dieta restrictiva?
En un nuevo artículo, publicado en la portada del número especial de la revista ‘Science’ sobre nutrición, investigadores de la Escuela de Salud Pública Chan de la Harvard T.H y del Hospital de Niños de Boston han planteado estas cuestiones y han llegado a un consenso y a una futura agenda de investigación sobre estas cuestiones. Un tema interesante para abordar que capta la atención de todos los profesionales que nos dedicamos a la investigación y el tratamiento de los problemas de sobrepeso y obesidad de la población, como es el caso de nuestro equipo de IOB.
Del individuo a la mayoría
Los investigadores acordaron que no hay una proporción específica de grasas o carbohidratos que sea mejor para toda la población. Es decir, que cada dieta debe prescribirse de forma personalizada. También determinan que, sin embargo, la recomendación general de una dieta baja en azúcar y granos refinados sí ayudaría a la mayoría de las personas a mantener un peso saludable y un bajo riesgo de enfermedad crónica.
“Este es un modelo de cómo podemos trascender las guerras de la dieta”, ha asegurado el autor principal del artículo, David Ludwig, profesor en el Departamento de Nutrición de la Escuela Harvard Chan y médico en el Hospital de Niños de Boston.
“Nuestro objetivo inicial era reunir un equipo con diferentes áreas de experiencia y puntos de vista opuestos e identificar puntos de acuerdo sin pasar por alto las diferencias”, ha insistido.
La revisión de este análisis se publicó ‘on-line’ el pasado 15 de noviembre en la prestigiosa revista ‘Science’.
Los autores expusieron la evidencia de tres posiciones contrarias sobre las pautas dietéticas para el consumo de grasas y carbohidratos:
- El alto consumo de grasas provoca obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y, posiblemente, cáncer, por lo que las dietas bajas en grasa son óptimas.
- Los carbohidratos procesados tienen efectos negativos en el metabolismo; las dietas bajas en carbohidratos o cetogénicas (muy bajas en carbohidratos) con alto contenido de grasas son mejores para la salud.
- La cantidad relativa de grasas y carbohidratos en la dieta tiene poca importancia para la salud: Lo importante es el tipo de grasa o fuente de carbohidratos consumida.
Tras el planteamiento de estas cuestiones, los investigadores alcanzaron el acuerdo de que, centrarse en la calidad de la dieta (reemplazar las grasas saturadas o trans con grasas no saturadas y reemplazar los carbohidratos refinados con cereales integrales y verduras sin almidón), la mayoría de las personas pueden mantener una buena salud dentro de una amplia gama de proporciones de grasas a carbohidratos.
Dentro de sus áreas de desacuerdo, los autores identificaron una lista de preguntas que son la base para la nueva agenda de investigación en nutrición. Los puntos incluyen:
- ¿Las dietas con diferentes proporciones de carbohidratos y grasas afectan la composición corporal (proporción de grasa y tejido magro) independientemente de la ingesta calórica?
- ¿Las dietas cetogénicas (restricción elevada de hidratos de carbono) proporcionan beneficios metabólicos más allá de los de la restricción moderada de carbohidratos y, especialmente, para la diabetes?
- ¿Cuáles son las cantidades óptimas de los tipos específicos de grasa (incluida la grasa saturada) en una dieta muy baja en carbohidratos?
Encontrar las respuestas a estas preguntas, según los investigadores, conducirá en última instancia a recomendaciones nutricionales más efectivas y personalizadas para cada individuo.
Desde el Instituto de Obesidad creemos necesario y apoyamos el debate que se plantea por nuestros colegas profesionales para poder alcanzar la mejor excelencia en la atención a los pacientes. Recordamos, además, que Nuestro equipo está disponible para cualquier consulta sobre dietas o tratamientos.