No es recomendable la aplicación indiscriminada de la banda gástrica ya que entraña ciertos riesgos.
Está especialmente aconsejada en casos de fracaso repetitivos con tratamientos dietéticos, farmacológicos y de modificación de la conducta.
La finalidad del tratamiento dietético se fija en llevar a cabo una alimentación muy fraccionada a lo largo del día en tomás de pequeño volumen.
Para comprobar la adecuada tolerancia de los alimentos la dieta debe tener una progresión en texturas. Empezaremos con líquidos, después pasaremos a dieta semilíquida, continuaremos con alimentos blandos y concluiremos en una dieta normal tras haber finalizado el primer mes desde el proceso quirúrgico.
El seguimiento individualizado del paciente se realiza de forma periódica en consulta. Los pilares básicos del tratamiento están centrados en el control médico, nutricional, psicológico y de actividad física.
Se estima una reducción del 40-50 % de su exceso de peso en 2 años aproximadamente. La pérdida de peso es gradual, lo que permite que el organismo se adapte mejor al cambio y el mantenimiento a largo plazo esté asegurado.